Cada 3 de julio, la Iglesia Católica celebra en su santoral la fiesta de Santo Tomás Apóstol, uno de los doce discípulos de Jesús y conocido popularmente como “Tomás el incrédulo”. Según el Evangelio, Tomás dudó de la resurrección de Cristo hasta que pudo ver y tocar sus heridas, lo que lo convirtió en símbolo de la fe que vence la duda.

Santo Tomás es considerado patrono de arquitectos, albañiles y geómetras, y en muchos países se le reza para fortalecer la fe y encontrar claridad en momentos de incertidumbre.

Además, hoy también se recuerda a otros santos y beatos, como:

San León II, papa que gobernó la Iglesia en el siglo VII y trabajó por la unidad y la reforma eclesial.

San Heliodoro de Altino, obispo italiano del siglo IV, discípulo de San Jerónimo y defensor de la fe en tiempos de herejías.

Santa Anatolia, mártir romana que entregó su vida por su fe en Cristo durante las persecuciones del emperador Decio.